…la abstracta y obsesiva insistencia en los derechos formales de insignificantes minorías puede llegar a convertirse en la negación real de los derechos efectivos de la gran mayoría.
Lo que no sé es por qué la califica de abstracta. Obsesiva sí, hasta límites que no se pensaban en 1982 (Matías García Gómez, Moral política en una sociedad pluralista,
Introducción).