26 noviembre 2023

Varia

Me pasé por la sede del PSOE, en Valladolid, por primera vez desde que empezaron las movilizaciones. Poca gente pero animosa, y no tan sosa como suelen ser los de derechas para estos asuntos. Gritos primarios, a veces groseros, pero constantes. De no ser el más soso de todos habría gritado “No tienes hxxxxx, Pucela no tienes hxxxxx”, con la música de Guantanamera, como es habitual, a ver si la gente se animaba, porque era un poco grimoso ver tan poca gente.

Cinco violadores magrebíes recibirán un curso de educación sexual, por malos. Oh, tiempos en que semejante expresión, “recibir un curso de educación sexual”, sería sin lugar a dudas un eufemismo para sugerir una buena somanta con varas de avellano, incluso con un principio de empalamiento. Aunque, si les dieran a elegir, me pregunto yo con qué se quedarían. Al menos, yo sé qué pingüe tendría que ser la compensación que me ofrecieran si por lo que fuere me rogasen la asistencia a un curso de esos.

“Se habla mucho de amnistía e independencia, pero se debería hablar más de precios” y otras cosas, se pone Feijoo. Di “violencia de género” en lugar de amnistía e independencia y verás lo que te cae. De qué querrá que se hable, nuestro aguerrido líder de la oposición. Creo que un día de estos bloquearé todas las notificaciones sobre el PP. No tengo el hígado para bromas.