Veo en el periódico una imagen de la exposición “Vive la moto”,
en el IFEMA. Cuento unos cincuenta hombres y unas seis mujeres, dos de ellas (probablemente
de la organización) postureando en uno de los vehículos.
Va a ser que las entradas eran mucho más caras para ellas.
Evidentemente, aún queda mucho trecho por recorrer en el
camino hacia la igualdad real.