El sonido de esta cinta siempre fue malo, y bien que lo
siento, porque las voces de estos cuatro negros merecen otra cosa. Tal vez
simplemente es que no lo habían remasterizado: hablamos de un grupo y de
unas canciones con bastantes añitos. En algunas de estas piezas se puede
apreciar un germen del futuro rock and roll: por aquellos años 80 en que lo
compré me resultaba revelador, porque tenía mucha menos idea de música. Hoy veo
que con lo que está emparentado directamente es con el boogie y el swing, y a través
de ellos con el rock. Así lo vemos en Daniel saw the stone o Blind Barnabus, o en el mismo Joshua fit the battle of Jerico. Pero no lo
compré por eso, sino por los lentos, tales como Go down Moses, Anyhow,
Steal away and pray o Nobody knows the trouble I´ve seen. La
noticia remota de estas armonías me venía, como otras cosas, de las películas
del oeste.
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