[Natasha] no comprendía en absoluto las discusiones y
conversaciones referentes a los derechos de la mujer, a las relaciones entre cónyuges,
sus libertades y recíprocas obligaciones, que entonces no fueron llamados problemas
como ahora, aunque eran los mismos que en nuestra época.
Esas cuestiones, entonces como ahora, no existían más que para personas que sólo ven
en el matrimonio el placer que mutuamente se procuran los esposos, es decir,
tan sólo el principio del matrimonio, y no toda su importancia, que radica en
la familia.
Aquellos razonamientos y las cuestiones de hoy, parecidas
a la pregunta de cómo conseguir el mayor placer comiendo, no existían de hecho,
ni existen hoy para quienes piensan que la finalidad de la comida es
alimentarse, y la finalidad del matrimonio es la familia.
Narrador, en Guerra
y paz.
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