Sí, bueno, a mí también me gustaban esos recopilatorios de
los éxitos del año. Lo de "La gran Premier" reunía a varios sellos
que aportaban sus títulos más vendedores. Esta colección creo que era del 81 y
hoy probablemente sólo recordemos cosas como el Lady Writer de Dire
Straits, Whatever you want de Status Quo y The gambler
de Kenny Rogers. Pero, aunque sepultados en el olvido, no estaban nada
mal dos lentos como Reunited, de un dúo llamado Peaches and Herb,
y El Lute, de los ínclitos Boney M, recordados por toda mi
generación. Estábamos en una coyuntura en que pegaban las baladas, como
suele llamarse a estas canciones propias para bailar agarrados. El Lute: parece que los extranjeros se siguen pirrando por
los amigos de lo ajeno españoles, como en tiempos del Tempranillo.
Angel eyes se salva por ser quienes son Roxy Music.
Adriano Pappalardo aportaba la cuota italiana con un desgarrado Recomencemos (qué arranque más sobrecogedor, caramba). De los españoles, Dyango cantaba en
perfecto castellano un clásico franchute como Ma vie, Rocío Jurado
ejercía de hembra lorquiana en Como yo te amo y Camilo Sesto
traía lo último de su personal repertorio, La culpa ha sido mía, pecado
de ingenuidad, faltaría más, "creyendo que algún día serías tan solo para
mí". El resto era un actor que se sumaba al fenómeno de los jovencitos con
club de fans (Pedro Mari Sánchez), un John Paul Young que
iniciaba su decadencia y un tipo que sacó tajada de su parecido con Travolta,
al frente de un grupo llamado Goma de Mascar: para olvidar.
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