La parodia de lo de Sánchez y su fango ultraderechista mediático-judicial fue hecha ya estupendamente por Carlos Arniches en Los caciques. Conviene releerla completa. Aquí, el cacique con el médico.
DON ACISCLO.-Usté se lo ha buscao.
DON ACISCLO.-¡Sí, señor, ea! Que si no
lo digo, reviento. Usté se lo ha buscao por ser enemigo político mío.
DON SABINO.-¿Yo enemigo de usted?
DON ACISCLO.-Y encubierto y solapao, que
son los malos.
DON ACISCLO.-Y le voy a usté a probar su
malquerencia, que la tengo conocía en toos los detalles. Aquí, en este pueblo
de mi mando, no hay más que dos partidos políticos, ¡dos!..., porque no quiero
confusiones; el miista, que es el mío, y el otrista, que son toos los demás;
güeno, pues en los dos últimos años se han muerto cinco presonas en el
pueblo...; pues toos de mi partido. Y eso no se lo aguanto, yo ni a usté ni a
nadie. Conque, u se mueren cinco presonas del partido contrario en el término
de dos meses u no cobra usté un real.
DON SABINO.-Señor alcalde, es que los
otristas no son más que tres.
DON ACISCLO.-Pues que se mueran dos
veces caa uno.
DON SABINO.-Y, además, se cuidan mucho.
DON ACISCLO.-Pues se pone usté d'acuerdo
con el boticario. Pa too hay recursos. Y como remate, ¿usté cree que estoy yo
aquí p'aguantar menosprecios de nadie?...
DON ACISCLO.-¡Sí, señor,
menosprecios!... Va usté a visitar a la mujer del sargento de la Guardia Civil
u a la del registrador, y a ellas sellos, jarabes, píldoras, emplastos,
sanguijuelas... ¡Viene usté a ver a mi mujer, y manesia fervecente naa más!
DON SABINO.-Es que eran distintas las
dolencias.
DON ACISCLO.-Pamplinas. A mi mujer hay
que darla dobles recetas que a too el mundo, tenga lo que tenga; que pa eso es
mi mujer.