Esto es que Annalena se muda al campo con sus cinco hijos,
bueno, con cuatro, porque el otro estaba haciendo el servicio militar, aunque
luego vuelve a casa… Me adelanto. Osea está casado con Gina y tiene dos niños,
Primo y Secundo. El resto de los hijos son Giovanni, Bardo y Baldo, y vive
también con ellos el tío Dionisio. Las vicisitudes de esta familia tirando para
adelante en un entorno rural constituyen la trama de esta novela realista con
toques poéticos. Los hijos dan sus quehaceres respectivos, sobre todo el
Pietro, el militar, egoísta de tomo y lomo que busca matrimoniar por interés
con la hija del arrendador mientras trata de seducir a su insatisfecha cuñada.
Por su parte, Annalena rechaza las pretensiones del arrendador, Giannini,
casado con una enferma mental… Todo ello no conduce a un desenlace destructivo,
como en las novelas naturalistas de su tiempo, porque los personajes saben,
como la voz narradora, que el “instinto que el Señor ha concedido al hombre
[es] solo para que este pueda vencerlo”.
Desconozco si hay antecedentes o consecuentes de esta
historia, pero se presta a ello, por sus posibilidades de “saga”. La autora es Grazia Deledda, cuyo nombre simplemente
me sonaba. Por lo visto, es la segunda mujer a la que dieron el Premio Nobel,
dato que me trae bastante al fresco.
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