Encontrarse en situación de disponible no implica renunciar a nada de cuanto tenemos, sino asumir nuestro pasado en una cierta expectación vital que nos libere de su embargo. La disponibilidad es la virtud que pone a prueba categóricamente el nivel de libertad personal que cada hombre ha conquistado. En última instancia, puede afirmarse que únicamente somos libres en la medida en que nos encontramos en situación de disponibilidad. Todo lo humano nos “embarga” […]. Pues bien, el estado de embargo es la necesidad frente a la cual cobra sentido la libertad humana. Para sobrepasar el estado de embargo tenemos que no amar nuestros bienes, que no amar todo cuanto tenemos y cuanto somos, con amor posesivo, sino más bien con amor ofertivo. Tened todas las cosas como si no las tuviésedes, dice Cervantes. La disponibilidad es la virtud por excelencia del mundo aventurero cervantino.
Luis Rosales, en Cervantes y la libertad, segunda parte, capítulo III, final.