Nada en dos platos. Como no sea que te fascine como técnica
literaria eso del cuento-novela, es decir, unos cuentos que tienen como
protagonista a la misma persona en diferentes momentos de su vida. Novela
discontinua, podríamos llamarlo, vaya. La protagonista en cuestión es Rose y la
vemos huérfana, malcasada y profesional. Todo de una mediocridad que llega a
asquear. Espero que no sea cierto que Alice Munro retrata como nadie a la mujer de su
tiempo, y esas cosas que dicen los ditirambos. Si acaso, a cierta mujer. Pero
prefiero leer el retrato de otras.