Pero estaba escribiendo de mis
dieciséis años. Entonces, en 1962, había muerto bruscamente mi
paisano el poeta Leopoldo Panero y, al curso siguiente –según
consta en la relación de actos de la revista Dintel [fundada
por él y sus amigos junto con la asociación del mismo nombre]
del curso 1963-1964–, di una nueva conferencia sobre Panero y
recogí una breve síntesis de la misma en nuestra revista. Repaso
ahora la relación de actos de aquel curso y no solo me encuentro con
mi conferencia sino con las que otros alumnos y profesores
impartieron –¡a lo largo de solo unos meses!– sobre Alberti,
Camus, Faulkner, Benavente, Miguel Hernández, Mihura, Delibes, Mann,
Casona, Evtushenko, Hopkins, Lorca, Blas de Otero y Bécquer.
¡Increíble pero cierto, podríamos decir de aquellas actividades
avivadas por jóvenes de solo quince, dieciséis, diecisiete,
dieciocho años!
(También en Antonio Colinas,
Memorias del estanque, p. 35)
*Páramo cultural del franquismo, claro.