Creéis compartir con el marxista su rebelión contra
la injusticia, y no la compartís en absoluto. Porque os rebeláis contra cierto
número de injusticias –todo lo grandes que queráis–. Pero el marxista se
rebela contra la condición humana misma, es decir, contra el pecado original.
Pretende organizar el mundo como si el pecado original no existiera, o como si
no fuera más que una invención de la clase explotadora; y ciertamente es mucho
más grave, o al menos más peligroso para el hombre, negar el pecado original
que negar a Dios.
De Georges Bernanos, en Presencia de Bernanos, de Luc Estang. Citado por Moeller en uno de sus tomazos.