El leccionario de la misa incorpora esta palabra,
prácticamente olvidada, para traducir el masculi
concubitores de la carta de san
Pablo a los corintios: “No os engañéis: ni los ladrones, ni los borrachos,
ni los… heredarán el Reino”.
Cosa chocante, porque tengo comprobado que los leccionarios castellanos
se esfuerzan a cada edición por utilizar los términos y los giros más actuales,
para mejor comprensión del mensaje escriturístico y, a veces, para desespero de
algunos dómines eruditos. Según eso, en lugar de los clásicos afeminados y sodomitas, uno habría esperado al menos homosexuales, ya que gays
puede sonar aún demasiado frívolo para el contexto sagrado. En lugar de eso, plantan
un invertidos que ya casi nadie usa y
muchos no entienden.
¿Por qué será…?