A la hora de elegir un casete de Abba me dije que por
qué no empezar desde el principio, y así este acabó siendo uno de tantos
proyectos inacabados, porque no continué con la adquisición del resto. Por
entonces no conocía la existencia de Ring ring, que es realmente el
primer disco grande del cuarteto.
Si no continué no es porque me decepcionara, desde luego. El
material de Waterloo podría constituir un grandes éxitos para
cualquier otro grupo. Se nota que es una de sus primeras producciones porque
aún meten mucha baza en lo vocal los dos varones, que más tarde se quitaron de
en medio para dedicarse a sus zapatos, es decir, a la composición y a la parte
instrumental. Las chicas se bastaban y sobraban para cantar. Es algo parecido a
lo que sucedió con los hermanos Carpenter: hubo un momento en que el
chaval (¿Richard se llamaba?) se dio cuenta de que tenía que dejar sola
a Karen. En fin, lo más granado del disco es, por supuesto, la canción que les dio la victoria en Eurovisión y que da título al disco. Destaca también
el lento Hasta mañana, Honey honey y Gonna sing you my lovesong, por no
hablar del Ring ring que vuelve a aparecer. De Hasta mañana a lo
más bestia que es King Kong song, toda una gama de ritmos.
Y no, no pienso decir nada de la indumentaria que gastaban.
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