Esa dice Vladimir Nabokov que es una de las notas del artista. Y continúa:
No hay nada más odioso para los dictadores que un resplandor
inatacable, eternamente inaprensible, eternamente provocativo. Una de las
principales razones por las que el valeroso poeta ruso Gumilev fue asesinado
por los rufianes de Lenin hace treinta y pico años es que durante toda la dura
prueba, en las oscuras oficinas del fiscal, en la cámara de tortura, en los
tortuosos corredores que conducían al furgón, en el furgón que le llevó al
lugar de ejecución, y en ese sitio mismo, con la tierra revuelta por los pies
pesados de un pelotón sombrío y desmañado, el poeta no dejó de sonreír.
En Curso de literatura europea
__