-Poner el énfasis en el pensamiento crítico a la vez que se
elimina el conocimiento reduce la capacidad del estudiante de pensar críticamente.
-Alabar a un niño constantemente para reafirmar su
autoestima sin tener en cuenta su logro académico alimenta la autocomplacencia
o el escepticismo, o ambos, y desemboca finalmente en un declive de la
autoestima.
-Prestar atención de modo significativo a un estudiante en
una clase de veinte o cuarenta significa que el profesor acaba por abandonar a
la mayoría de los niños la mayor parte del tiempo.
-Las tareas para casa, que han sido denominadas como
"evolutivamente inapropiadas" han demostrado ser altamente apropiadas
para millones de estudiantes en todo el mundo, mientras que los escasos
conocimientos con los que se alimenta a los niños estadounidenses sí que es
evolutivamente inapropiado (en dirección descendente) y encima a menudo les
aburre.
J. D. Hirsch, La educación que necesitamos.
Él lo llama paradojas, supongo que irónicamente. Cualquier educador que se guíe por la experiencia y no por construcciones mentales ex nihilo los llamaría principios elementales.
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