No soy blando, muñeca, sólo un poco sentimental. Me
gusta apostar a los caballos, jugar a las cartas y echar unos cubos rojos con
puntos blancos. Me gustan los juegos de azar, incluyendo a las mujeres. Pero
cuando pierdo, no me desespero ni hago trampas. Paso a la mesa siguiente. Hasta
la vista.
En Raymond Chandler, Gas de nevada
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