16 diciembre 2012

Knox: fina caridad de intelectual



Cuenta Joseph Pearce que Ronald Knox, católico, y Arnold Lunn, increyente, mantuvieron una polémica epistolar que luego se publicó con el título de Dificultades. Según Pearce, Knox mantuvo un llamativo perfil bajo que hizo que muchos dieran por ganador a Lunn. A pesar de lo cual, este se convirtió al catolicismo al poco tiempo.


Las cartas de Lunn son rotundas y contundentes y exponen su defensa con enorme energía. Las de Knox, sin embargo, más breves y algo superficiales, transparentan [un] espíritu de cortés comedimiento... El coronel C. A. de Linde, descrito por Lunn como "un buen protestante y amigo mío", se inclinaba por la victoria de este, y se quedó atónito al enterarse de su conversión: "No puedo comprender cómo te has hecho católico después del repaso que le diste a Knox". Y la línea que dividía aquellas opiniones no era sectaria. Después de que Lunn fuera recibido en la Iglesia, un católico comentó con ironía que "la única persona que piensa que ha ganado Knox es Lunn"; y, en cuanto a este, al parecer compartía el parecer de su amigo el vizconde Knebworth: "Te anotaste un punto tras otro", decía, "pero lo extraño es que no causaste la más mínima impresión. Y en las cartas de Knox hay una extraña reserva de fortaleza que sí impresiona".



Lunn tenía su propia teoría acerca del aparente vapuleo a Knox, pues sospechaba que su oponente se había lanzado a la batalla sólo para ofrecerle una pírrica victoria: "Sé que Ronald podría haber escrito cartas más eficaces para el público lector, pero su objetivo no era el de una sonada victoria dialéctica, que quizá me hubiese hecho intentar mejorar mis armas ofensivas, sino el de mi conversión".




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