Recuerdo cuando uno de mis profesores de universidad nos hacía notar, no recuerdo a propósito de qué, que en cierto documento de la época de posguerra habían tachado el nombre de Tomás Navarro Tomás, lingüista desafecto, por lo visto, al régimen.
Y lo he recordado inmediatamente cuando he visto el tráiler,
o como se llame, de Los renglones
torcidos de Dios, que dice: “Basada en el best-seller”.
Que se escribió solo, al parecer.
Están empeñados en dar la razón a Blas Piñar, que decía que eso de la democracia no era más que la
dictadura de los que perdieron la guerra.