Se pide cambiar el código
penal para ampliar el concepto de violación, y hasta un ministro se siente
obligado a decir que tal juez no estaba en sus cabales por no haber sido
riguroso con unos presuntos. En las manifestaciones los únicos gritos que
exigen muertes y mutilaciones sin suscitar escándalo son los que se profieren
contra los agresores de mujeres. A este paso, nadie se atreverá ni a dar un
pellizquito sin tener bien grabada en vídeo la sonrisa de satisfacción de la tipa, y aun así... Lo que
digo: vamos en pendiente hacia la Ginebra calvinista. Cosas veredes.