Venid, benditos de mi Padre,
porque tuve hambre y me disteis de comer;
sed, y me disteis de beber;
porque era forastero y me hospedasteis;
estuve desnudo y me vestisteis;
enfermo y me visitasteis;
en la cárcel, y vinisteis a verme.
...y no supo vuestra mano izquierda lo que hizo vuestra derecha.