pero aquí me cae
simpático.
Debiera ser innecesario recordar que conmociones como las
guerras de religión, la Revolución Inglesa, la Revolución Francesa, la Guerra
de Secesión de los Estados Unidos, la Comuna de París y su represión, la guerra
civil rusa, etc., fuesen acompañadas de violencias análogas [a las de la Guerra Civil española]. Nada digamos
de las invasiones hitlerianas, ni de los exterminios colonialistas durante
decenios y decenios. En verdad, si en aquel verano de 1936 se perpetraron en
España crímenes execrables, hay que decir que los criminales fueron una exigua
minoría. No era eso lo que caracterizaba a los españoles, y si pasión había —que
sí la hubo—se manifestaba en el arrojo, en la valentía, en el heroísmo. En
ambos bandos hubo muchos más héroes que criminales.
Así me gustaría creerlo, aunque no estoy muy seguro. (Cita de La España del siglo XX, en Luis Romero, Tres días de julio