El enorme prestigio de Will Eisner entre los
aficionados al cómic hace que su personaje más popular, Spirit, esté
decentemente editado y pueda encontrarse con facilidad en español. No recuerdo
ahora qué editorial publicó sus historias allá por el 80. Ahora es Norma quien
recoge todo el material.
Ya expresé en otro lugar mis antiguos prejuicios contra esta
serie: o jugamos al inspector Dan o jugamos al Zorro, pero un detective
enmascarado, oh, no, de qué estamos hablando. Es ahora cuando veo su carácter
paródico hasta cierto punto, y su afán de ir más allá del realismo. Con todo lo
cual, sin embargo, refleja perfectamente la imaginería del género negro, tanto
de la novelística como del cine, y si nos vamos a las producciones menores en
vez de a Perdición o El sueño eterno, lo vemos mejor. En
conclusión, es un gozo contemplar cada una de estas viñetas.
Ahora lo que me parece pecado es el haberlas coloreado. Es
como colorear El gabinete del doctor Caligari. El ambiente tétrico que creaba
el blanco y negro en aquella benemérita editorial, que causaba una depresión
mezclada de no sé qué extraña nostalgia, queda aquí muy atenuado. A todo esto
no sé si el original era en color o no. Pero hombre, va la editorial Mosquito y
te prepara una Petra Chérie en blanco y negro, con lo que rebaja el
encanto de las aventuras de la espía fatal tal como las vi en Bruguera, y a los
de Norma se les ocurre colorear lo que tenía vocación de sombrío. En fin, es
difícil tenerlo todo.
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