18 marzo 2012

Por cierto que eso mismo


(lo de la entrada anterior, digo) es lo que expresa Camilo José Cela al comienzo de La colmena: "Nada tiene arreglo; evidencia que hay que llevar con asco y con resignación". Resultan cómicos los libros de texto españoles cuando insisten en que en aquellos años (40-50) se hacía novela existencial porque no se podía hacer novela social. Hasta que alguien, me permito añadir, descubrió que sí se podía, y no hubo otra cosa durante diez años. Y por cierto también que La colmena, que se ha puesto como ejemplo tanto de novela existencial como social, fue censurada por guarra y no porque contuviera cosas "contra la iglesia" o "contra las instituciones del régimen", parte del examen que pasó limpiamente.

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