21 marzo 2011

La fe de los demonios


"O el ateísmo superado", dice el subtítulo. Y uno podría pensar que va a encontrar argumentos en contra del ateísmo. Pero se trata de otra cosa: se trata de los que se comportan como demonios, que son quizá, después de los ángeles y los santos, o con ellos, los menos ateos del mundo. El ateísmo, viene a decir el autor, no es la situación más endiablada. Una vez superado se puede estar más cerca de Satanás que de Cristo. La epístola de Santiago está siempre detrás de estas reflexiones, como puede suponerse: la fe que salva es la que se palpa en obras. El autor, converso de ascendencia judía, tiene en mente, y así lo dice, a los recién convertidos que podrían echarse a vivir como si su conversión fuese un punto de llegada y no de salida. Pero va por todos.

Fabrice Hadjadj hila muy fino, y ha habido momentos, ante estas páginas, en que me he preguntado qué posibilidad hay de salvarse, habiendo tantas de extraviarse; como si, tires por donde tires, te encontrases con Ramírez, o sea con Satanás. La pregunta es retórica, gracias a Dios, pero es que nos encontramos con un escritor de enorme sutileza para lo que se refiere al cristianismo... y para lo que se refiere a la lengua, pues su barroquismo expresivo hace a veces difícil seguirle.

Nota redactada en septiembre del 2010

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