02 julio 2020

Empoderamiento


La mujer pierde su encanto no solo por permitirse palabras indelicadas, sino también por lo que escucha, es decir, por lo que osan decir en su presencia. En el seno de la familia la modestia y la sencillez se bastan para mantener las consideraciones que a una mujer se deben, pero en la calle hace falta más. La elegancia de su lenguaje y la nobleza de sus maneras forman parte de su dignidad misma y solo mediante ellas se ganará el respeto de la sociedad.

Madame de Staël, 1766-1817, novelista, autora de ensayos filosóficos, politóloga, crítica literaria, salonnière y exiliada antibonapartista. En La literatura y su relación con la sociedad, segunda parte, capítulo II.

Gracias, Madame…