Amado Alonso:
La pronunciación escénica, por un lado, acata el ideal
artístico de la lengua; por otro, lo crea, recreándolo y vivificándolo; pero,
en fin, ¿cuál es en sus detalles de pronunciación ese ideal artístico? Hace
unos años vimos en Buenos Aires la compañía mexicana de María Teresa Montoya,
que recorrió con éxito diversos escenarios de Sudamérica y de España. Aquellos
actores mexicanos, cuando no representaban un papel regional, distinguían la ll
y la y, no aspiraban las eses finales, practicaban una articulación
de las vocales sin excesos de cerrazón o abertura y sin prolongarlas demasiado,
y, lo que es más, distinguían la s de la c, z. Lola Membrives,
argentina, directora de una compañía teatral que actúa alternativamente en
España y en América, ha impuesto a sus actrices y actores, americanos y
peninsulares, las mismas características.
("El ideal artístico de la lengua y la dicción en el
teatro", en Materia y forma en poesía)
O tempora, sí. Ya se ve que por entonces no se
hablaba de neocolonialismo y otras memeces producto de la susceptibilidad y del
tú no eres mejor que yo.