02 noviembre 2011

Discurso a las juventudes de España


En realidad es un Discurso y unas Digresiones, que ocupan prácticamente el mismo espacio. Me place que Ledesma, en lugar de ensayo, utilice el término clásico español, aunque tal vez lo haga por darle un aire más de disertación, de arenga. Y tiene un estilo mucho más digerible que el de Onésimo, aunque también cueste masticarlo, sobre todo cuando habla de su programa.

Porque lo más atractivo es la parte ocupada por el análisis de los fenómenos europeos de la época: fascismo, nacionalsocialismo, comunismo ruso, crisis de la democracia. En esto último es en lo que se equivocó, él y todos los jóvenes (las juventudes) ardorosos que se alistaron en la Falange. La democracia política sobrevivió a su crisis de los años 20-30 y los proyectos totalitarios sólo cuajaron en Rusia, sostenido éste por el inmenso poder militar soviético.

Su propio proyecto, su revolución, qué duda cabe que resulta atractiva, justamente por lo que tiene de juvenil, de savia nueva, de ímpetu fresco. Pero nace ya enemiga de la libertad, y eso da pánico cuando uno piensa en su futuro.

__