10 enero 2012

Miseria de la equidistancia


Escribe un libro sobre el tratamiento médico de la homosexualidad y dedica su última parte a la "homofobia", cómo curarla y tal. No les ha bastado a los lobbies gay esa declaración de equidistancia, y se le han echado encima, justamente por alentar la homofobia. Ya ven, otra vez lo de Julián Marías: es inútil tratar de contentar a quien no se va a dar por contento.

No digo que me alegre, pero espero que escarmiente. El concepto de homofobia y, en su formulación radical, el considerarla como algo que hay que curar, forma parte de la retórica de los movimientos gay, y asumirla es dar una victoria al enemigo. Quien odia a las personas es una mala persona; pero la reacción de asco ante la conducta homosexual no sólo no es una anomalía, sino que revela una perfecta normalidad psíquica y moral. "Algunos tendrían que pedir perdón de rodillas a los homosexuales", dice. Sí, claro. Es lo que nos faltaba.

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