10 junio 2008

"¡Ser en las letras, como vosotros, un bolchevique!"


El espíritu de las vanguardias era justamente el contrario del bolchevismo. Aquellas eran irracionalistas mientras que este era la última degeneración del racionalismo. Pero, en el campo político, que es el último al que llegan las ideas, lo bolchevique parecía lo más nuevo. De ahí que Miguel Romero y Martínez (¡qué nombre más poco ultraísta!) colocara esa frase como colofón de uno de sus poemas. De ahí también que los surrealistas se pringaran en el fango comunista, que les era tan ajeno. El socialismo persiguió por lo general a las vanguardias (díganlo los Maiakovski, Ajmatova, Mandelstam). Fue el fascismo, más acorde con su espíritu, quien las protegió.