Lo que no está en los medios de difusión no existe. Si la televisión o los periódicos de mayor tirada lanzan la especie de que Pío XII hizo oídos sordos al clamor de los judíos, la memoria de Pío XII ya puede verse condenada a la reprobación general. Y, sin embargo, existen testimonios como este de Antonio Gaspari (Testimonio se llama justamente la colección de la editorial Planeta donde aparece) que deberían ser leídos por todos aquellos a quienes la pereza impide escudriñar la verdad, aunque luego sean diligentes para sumarse al coro de los difamadores. Es una historia tan vieja como el mundo.
Y aún el libro de Gaspari ha podido ser editado en el sello más prestigioso de España. Hay muchos otros testimonios que se han de ver relegados a editoriales minoritarias, a pesar del tesoro de información que contienen, simplemente porque los grandes editores han decidido que aquello "no vende" (porque ellos no quieren, claro).
En fin: aunque uno no conociera los nombres y los datos concretos, era fácil imaginar que habría habido una multitud de católicos consecuentes que, obedeciendo al mandato nuevo y a la proclama de Pablo: "ya no hay judío ni griego", se lanzasen, con riesgo de sus vidas, a defender a los hebreos vilmente perseguidos por uno de los totalitarismos de nuestro tiempo. Pero reconforta comprobarlo con los nombres y apellidos que nos ofrece Gaspari y que ayudan a situar en su lugar al tal Schindler, convertido hay por el lobby judío en el único héroe de aquel drama.
Nota redactada en mayo del 2000.