20 noviembre 2007

Se ha privado al hombre de la vid


¿Por qué en este lugar de nuestras consideraciones sobre Europa nos referimos a la parábola de Cristo sobre la vid y los sarmientos? Quizás porque precisamente esta parábola nos permite explicar de la mejor manera el drama de la ilustración europea. Rechazando a Cristo, o por lo menos poniendo entre paréntesis su actuación en la historia del hombre y de la cultura, ciertas corrientes del pensamiento europeo han cambiado de rumbo. Se ha privado al hombre de "la vid", del injerto en esa vid que permite lograr la plenitud de la humanidad. Se puede decir que se abrió el camino a las demoledoras experiencias del mal que vendrían más tarde de una forma cualitativamente nueva, jamás conocida antes o, al menos, no con tal magnitud.

Juan Pablo II, Memoria e identidad