20 enero 2007

Handicap

A una limitación, desventaja, lastre o escollo, el hablante esnob lo denomina handicap. Leyendo el último artículo del académico Pérez-Reverte (por lo demás muy oportuno y puesto en razón), se me ocurre que los cristianos tenemos un handicap de cara a la propaganda: perdonamos. El artículo en cuestión alude a la película Salvador, hagiografía de un anarquista ejecutado en el anterior régimen. El hecho de que no existan películas tituladas Maeztu, Las trece rosas del seminario o Barbastro (orgía criminal) da fe de que el artista cristiano tiende a olvidar las ofensas inferidas, mientras que el socialista, que vive para la venganza, lleva las de ganar a la hora de señalar culpables. Y eso que los personajes aludidos en esos títulos imaginarios poseerían la enorme ventaja de no haber matado nunca a su vez, lo que sí ocurre con el tal Salvador.

Handicap para la historia, pero no para la conciencia. Al cabo, perdonar siempre reporta una paz que no requiere procesos largos, duros y difíciles.

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