De mi segunda lectura de Algunos caracteres de la cultura española, de Karl Vossler, que en su momento dije me resultó difícil de resumir, anoto algunos pasajes de interés.
La literatura [española] es en el siglo XVI, y especialmente en el
siglo XVII, completamente distinta de lo que fue en la Edad Media, y, si no me
equivoco, siente usted [Hugo von
Hofmannsthal] más afición por esta
poesía barroca que por la medieval. Pero hay un gran motivo que persiste y
actúa en la literatura de ambas épocas a través de todas las vicisitudes de su
historia y de los distintos estilos: es lo que pudiéramos llamar sentimiento
metafísico del honor o, quizá mejor, militarismo religioso. (P. 10)
…
En la España de
entonces [Siglo de Oro] se
literalizaba* la vida y se vivía la literatura. Si no, ¿cómo
hubieran podido surgir Don Quijote y esta Dorotea? Las dos obras son un espacio
poético que se superpone a la vida de un hombre, que se introduce en ella, que
la colorea, la eleva, la adorna, la hermosea, la embriaga y también la falsea,
hasta que, ante la muerte y la eternidad, se desploma todo su esplendor.
(P. 47)
*Sic en la traducción de Austral. Hoy
diríamos más bien literaturizaba.
…
…que seamos como los
españoles de los grandes tiempos fueron: que nos sintamos dichosos de vivir,
que seamos exaltados y hasta —¿por qué no—frívolos, impresionables y blandos,
pero también vigilantes siempre en lo tocante a las cosas eternas. […] En estos tiempos de relajamiento y molicie [1924],
a los que estamos condenados, se recrea
uno de buen grado en una literatura y un pensamiento como los españoles. (P.
48)
…
Para el francés, tiene
la palabra, en alto grado, un valor activo, práctico y eminentemente realista. Para
el español, mucho menos. (P. 58)