30 junio 2018

Herbert Marcuse hablaba de la "tolerancia represiva".


Quizá sea la más hipócrita de las represiones, porque se niega a sí misma a reconocerse como tal. Se trata de aquella represión ejercida por el adulto relativista que considera que toda opinión y toda impostura es legítima y que todos los puntos de vista tienen el mismo derecho a ser tenidos en cuenta, a saber: el del verdugo y el de la víctima, el del contaminador y el del contaminado, el de la propaganda y el de la educación, el de quien argumenta y el de quien opina... Este adulto, queriendo mostrarse abierto, conciliador y respetuoso, en el fondo lo que hace es educar contra el amor a al verdad y contra el respeto a los hechos.

Gregorio Luri, “La adolescencia: la cultura anfibia”, en El deber moral de serinteligente