Historia pobre donde las haya, servida con una técnica
innovadora donde las haya, aunque esto solo unos vargasllosas y unos julianmarías
que pululan o pululaban por ahí se lo reconocen. La trama cediendo ante los
otros elementos novelísticos, como quería Ortega.
Julián Marías, en concreto, que la
tenía como su novela favorita de Azorín,
habla de una novela cinematográfica por excelencia, y lo explica en esta interesante conferencia. Cada capítulo, para Marías, es un plano cinematográfico: unos planos que se encadenan,
como en el cine, no por contigüidad de cosas materiales, sino por contigüidad
vital: el barrio de Segovia, Madrid; el retrato de doña Inés; la habitación; la
carta...
Hay comentarios totalmente desenfocados que arruinan una
obra; otros que te la iluminan totalmente. Así esto último con la conferencia
de don Julián sobre Doña Inés. Oh, internet…
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