Romano Guardini consigue explicar el purgatorio, sin
nombrarlo, en la segunda parte de El tránsito a la eternidad. Es una
doctrina realista, no cabe duda. Dios puede olvidar el pecado, pero se
negaría a sí mismo si se limitara a hacer como que no ve el poso de
imperfección que ha dejado en el alma. Reparar ese daño es costoso, pero “el
amor no consumado tiene que consumarse retrospectivamente”. No es un castigo de
Dios: Dios se limita a mirar con respeto a esa alma que ahora ve con sus ojos
(los de Dios) y siente con Él, de modo que no se da resignación, sino
cooperación voluntaria, por así decir. Y por ello (añade audazmente Guardini)
está de más toda compasión, en el sentido en que la tendríamos por alguien a
quien se hace sufrir, o que sufre sin culpa. Nada de compasión por la víctima,
sino respeto por el santo.
...
Siendo un carca musical (¿cuánto hace que se llamaba a esto carroza?)
es curioso que solo me llegue a gustar de los Rolling lo último que han
hecho, esa obra bluesera titulada Blue and lonesome, que lleva siendo
promocionada por Billboard desde que apareció, como es lógico, por otra
parte. Creo que es la manera correcta de expresarlo: promocionar. Nada de que
lleva meses en el top ten. En el top ten está quien quiere Billboard,
o quien pague. Que ya nos afeitamos.
...
Me entero por Gerardo Diego de que el Colliure donde
está enterrado Machado es un nombre catalán: de lliure, libre, y
supongo que col, ¿”cerro”? Colibre, la llama él, en un poema de Cementerio
civil dedicado a don Antonio:
Antonio el Bueno duerme allá en Colibre,
la Colibre que en Lope es española,
hoy es francesa
y siempre catalana.
Antonio el Bueno duerme
civilidad de religión cristiana,
oh patria de la muerte, oh puerto libre.