24 abril 2009

Embajador en el infierno


Se adelantó este libro a los modernos reportajes novelados. Pero es difícil que se le reconozca, ese o algún otro mérito. En tiempos de memoria histórica, lo último que el poder socialista iba a permitirse promocionar son justamente las memorias de un héroe del otro bando. Y de qué calibre.

Firma Torcuato Luca de Tena, pero debería acompañar (y he visto ediciones que así lo hacen) al suyo el nombre de Teodoro Palacios Cueto, el capitán de la División Azul cuya epopeya recoge el periodista de ABC a partir de su propio relato oral. Inevitablemente la reelaboración literaria causará alguna que otra distorsión, pero los hechos en sí mismos causan respeto. Gigante llamaron a Palacios sus compañeros y subordinados, y podría aplicársele también el calificativo de indomable con que en España se tituló (La leyenda del indomable) la película Cool Hand Luke, con Paul Newman de protagonista. Los plantes y desplantes de Palacios a los carceleros soviéticos superan mil veces a los de aquel, y además aquí no se trata de pura afirmación personal sino de sentido de la justicia y de la dignidad de la patria. Admirable.

Nota redactada en diciembre de 2008
__