... Por cierto que el loro de doña Aldonza, excitado, gritaba también y su voz dominaba a las otras.
(Ramón J. Sender, La aventura equinoccial de Lope de Aguirre)
He aquí un rasgo que revela al buen novelista. El malo se habría contentado con decir que aquella reunión semejaba un coro de avechuchos graznantes. ¡Bravo!