Los esfuerzos de la derecha por hacerse perdonar su condición rebasan a veces el límite de lo ridículo para entrar en lo ruin. Así cuando Carlos Herrera equipara de modo implícito a la Falange y a la ETA: "ahí cantando el Cara al Sol...", dice ayer el tío, aludiendo al canto del Eusko Gudariak por los condenados del entorno etarra.
Pues sí, tienen razón al reír y cantar, porque saben la batalla ganada. La ideológica, con tipos así, por supuesto; y con ella, las demás. Esta condena no es sino un mero accidente, por hablar en los términos de su aliado.
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