Miguel de Unamuno habla del discurso que ha de leer ante Alfonso XIII:
Es mi tesis contraria a la libertad de enseñanza, que aquí se reduciría a la libertad de ignorancia... El dilema es: o enseña el Estado o enseña la Iglesia (mejor dicho, hace que enseña), y para evitar que la Iglesia enseñe, proclamar cierto socialismo pedagógico y el Estado docente. Hay entre otras una cosa que escocerá a los neo[católico]s y es esta: "[...] pues desgraciadamente no son los padres siempre quienes mejor saben lo que a sus hijos conviene aprender, y sobre todo lo que la patria de ellos necesita y tiene derecho a exigir".
(Cartas íntimas, 24-IV-1902)
O sea, lo mismo que dicen Marina, Peces-Barba y Savater ("que se quiten los curas, que me pongo yo"), pero cambiando democracia por patria. Y más clarito.
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