01 diciembre 2006

Cuidado, César Vidal,

con los vapores del estrellato. Haces muy bien lanzando un libro con disco para divulgar tu música favorita (y mía), aprovechando el tirón del programa y tu bien labrado prestigio. Pero aparecer con esas pintas en la portada roza peligrosamente el vedettismo. Y no te va nada. Aquí un amigo.