10 diciembre 2006

... las opiniones falsas

se asemejan a la moneda falsa que, acuñada al principio por grandes criminales, es consumida después por gentes honradas, que perpetúan el crimen sin saber lo que hacen.

De hecho, cuando leo una historia de la Filosofía, llegar a Comte, Marx y Nietzsche es como ver en postulados la atmósfera ideológica que uno ha respirado desde la infancia. Y no digo, líbreme Dios, que lo de Comte, Marx y Nietzsche sean simples "opiniones falsas", ni ellos criminales. Pero es lo que me sugirió la frase de Joseph de Maistre cuando la leí en Las veladas de San Petersburgo.

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