El Padre Luciano al Greco, bajo la cúpula del Escorial.
¿Sabes lo que me recuerda la cúpula? La época en que los emperadores mataban a los cristianos. Hay coincidencias, ¿no te parece? Además, soy monje y este mundo, bajo sus aspectos más claros y más oscuros, más blandos o más violentos, no me inspira ninguna confianza. Nosotros hemos emprendido una labor de reconquista, no sólo de territorios sino también de almas, y estuvimos a punto de conseguirlo, a lo mejor lo estamos todavía y yo no tengo suficientes ojos para verlo, pero no creo que esto sea posible. A lo mejor el emperador de todos los hombres sea Cristo, ¿no te parece?, y quien trata de imitarlo o de sustituirlo ha de ser vencido tarde o temprano. Quiero que me acompañes un día a Madrid. Te enseñaré cosas y te haré temblar, pintor de almas que eres.
Vintila Horia, Un sepulcro en el cielo