... aunque es paradójico, no faltan legisladores que, haciendo profesión de libertinaje moral, pretenden imponer deberes morales a sus súbditos.Álvaro d´Ors,
La violencia y el ordenClaro. Toda conciencia violentada necesita un tranquilizante. Es lo bueno que tiene
Berlusconi. No se inventa leyes grotescas para legitimar lo ilegitimable.
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