29 abril 2011

Dante, poeta del mundo terrenal


Algunos datos (presentes, en concreto, en al apartado que él titula "La historia de Cristo") permiten aventurar que Erich Auerbach no es, digamos, un firme creyente en los misterios del cristianismo. Y, sin embargo, sorprende hasta qué punto conoce esos mismos misterios: bueno, hasta el punto, podríamos decir, en que es necesario conocerlos para hacer una interpretación mínimamente seria de la Comedia dantesca. Pero no en vano en Alemania la Teología ha tenido siempre un rango de honor en los estudios universitarios, aunque no se trate solamente de teología católica. Es algo de lo que harían bien en tomar buena nota los agnósticos españoles de hogaño, y sobre todo los que diseñan los planes de estudios.

El caso es que Auerbach nos dio aquí un trabajo sobre la obra de Dante perfectamente a la altura de lo que dicha obra requiere. Sin desdeñar lo que la Comedia tiene de profundización en la doctrina cristiana sobre el más allá, el autor intenta poner de relieve lo que ella (y toda la poesía dantesca anterior) nos revela sobre la humanidad tal como se encuentra aquí y ahora, en el más acá. Solamente la introducción histórica (un recorrido por la cultura europea de Homero al dolce stil nuovo) es ya impresionante.

Nota redactada en mayo del 2010

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