26 abril 2011
La obra de William Faulkner
Poca gente leía en España a Faulkner en 1953, época de esta conferencia. Pero existían algunas traducciones, de Santuario y alguna obra más. El propio estilo oscuro del autor contribuía a hacer de él un novelista de minorías. Pero el hecho de que se dictara esta lección en el Ateneo de Madrid en la época del primer franquismo muestra que la supuesta represión de la cultura en aquel régimen no pasa de ser, no diré ya un mito izquierdista, sino una vulgar calumnia, creída alegremente por quien está dispuesto a creerlo todo. Porque el ambiente de las novelas de Faulkner, descrito admirablemente por Francisco Ynduráin, contrastaba de modo violento con el rígido moralismo de aquella España. Desconozco cuál fue la difusión de Santuario, por ejemplo, o si sufrió algún tipo de mutilación, pero es difícil saber qué censurar en una novela plagada de perversidades como esta.
Otro asunto que me ha llamado la atención: no he leído Sartoris, pero por lo que cuenta Ynduráin debe de tratarse de algo muy parecido a Cien años de soledad: historia de varias generaciones de una familia, algunos de los cuales participan en las guerras de su país, pero cuyo espacio local (imaginario en ambos casos) se caracteriza por un singular aislamiento y primitivismo, donde lo fántástico surge de modo natural en medio de la realidad. Cada vez tengo más la impresión de que García Márquez es un buñuelo de viento hinchado por la propaganda.
Nota redactada en febrero de 1999. Es uno de esos folletos de la colección "O crece o muere" de la editorial Arbor, época de Pérez Embid, difíciles de localizar pero interesantes.
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