21 septiembre 2010
Gerifaltes de antaño
A pesar de todo, creo que nunca se podría saber, a partir de su trilogía sobre la guerra, si Valle-Inclán era carlista o no. Con ese "a pesar de todo" me refiero a la Introducción de la edición de Austral, donde se afirma lo contrario: a saber, la clara filiación carlista que revelan estos relatos.
Digo esto porque Valle mantiene siempre aquí (más en Gerifaltes... que en las anteriores) ese difícil y peculiar equilibrio entre la estilización modernista y el esperpento. ¿Está admirando a sus objetos, o los está despreciando? Sólo él es capaz de crear semidioses y convertirlos en peleles dentro del mismo párrafo. Quizá ahí ha dado en el clavo: es mostrar dos facetas ocultas en la realidad, auténticas las dos a pesar de su diversidad. Somos semidioses y peleles, y aparecemos como una cosa u otra según nos dé la luz, o la mirada del artista. La verdad está en juntar prerrafaelismo y expresionismo.
Es significativo que a la Generación del 98 le haya atraído tanto la figura del cura Santa Cruz. Lo retratan Unamuno, Baroja y Valle-Inclán en este Gerifaltes de antaño, donde es la figura principal. Se trata, ciertamente, de una figura digna de Solana, parte de la España más pintoresca. ¿qué pasó por las mentes de todos esos curas "trabucaires", de Merino a Santa Cruz, para dejar su ministerio e irse a guerrear? ¿Fue una crisis de identidad adelantada en un siglo? ¿La pervivencia de una atávica alma guerrera que salió a flote con el pretexto de la carlistada?
Nota redactada en diciembre del 2002
Otras obras de Valle-Inclán comentadas aquí:
Los cuernos de don Friolera
Águila de blasón
Tirano Banderas
Claves líricas
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