26 abril 2010
El fondo del vaso
Poco queda aquí de las vicisitudes políticas del dictador Bocanegra, sus secuaces y enemigos. Aunque normalmente se presenta como secuela, o como otra visión de los hechos, en realidad tiene poco que ver con Muertes de perro. Aquí el protagonista es un tal José Lino, comerciante, que al parecer es un personaje de la otra novela, pero muy secundario: y tanto, porque no lo recuerdo. La cosa es que fingió su muerte para escapar a las convulsiones que siguieron al derrocamiento de Bocanegra, y, de paso, para vivir una aventurilla con su empleada. Es esta aventurilla la que se erige en meollo del asunto. Se ve aquí más claro, pues, como decía el propio Ayala, que el tema fundamental de su literatura no es la denuncia de las dictaduras y tal.
En cambio, a lo que vuelve a jugar aquí es al qué sabe nadie. Al relativismo, si quieren, aunque no en sentido peyorativo, necesariamente. Perspectiva de Lino, perspectiva de los periódicos, otra vez Lino, pero esta vez en plan corriente de conciencia... O sea, esos juegos de técnicas narrativas que tanto nos encantan a algunos.
Nota redactada en octubre del 2008
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