con el paso del tiempo? Supongo que no nos hemos merecido un Evangelio más novelístico, al estilo de Dickens, donde todos los personajes hallan su lugar en el desenlace y hasta el último cabo queda anudado. O no ha sido voluntad del Padre el inspirarlo, por lo que sea. Supongo que todos ellos acabaron bautizados, al menos de deseo. Como esos otros que salen de paso: enfermos, menesterosos, tal vez incluso el joven rico.
Encontraron a un niño envuelto en pañales en un pesebre. Y
seguro que no tenía cara de niño bueno de Enciclopedia Álvarez, como lo pintan
a veces. Apenas tendría cara, como no la tienen los recién nacidos. En todo
caso, mis niños jesuses preferidos son esos de pocos meses, con cara de susto,
prestos a sonreír o a llorar en cualquier momento, una monada.
Nunca olvidaron al coro celestial, eso seguro. ¿Cómo lo
contarían a sus nietos? Ni ojo vio, ni oído oyó… Esa catequesis capilar de los
comparsas del Evangelio… “Paz en la tierra a los hombres en los que Él se
complace”… que no son los perfectos (no los hay) sino los que le buscan…